Hace dos semanas y media me encontraba de vacaciones en el Estado de Chiapas, al sur de México, rodeado de naturaleza por todos lados.
En las cascadas del Chiflón subí poco más de 1200 metros para llegar a la quinta cascada de esa cooperativa, desde que empecé el ascenso sentí motivación, voluntad y fuerza para llegar hasta el final, con cada paso me acercaba al objetivo.
Al estar ahí arriba y ver solo verde, solo naturaleza hacia los cuatro puntos cardinales, me reencontre con un yo que creía en decadencia y con altas probabilidades de desaparecer.
Hace diez años me encontré con Spinoza un filósofo judío excomulgado por pensar diferente, la idea básica de él sobre Dios, es que Dios se encuentra en toda la naturaleza; allí arriba me dí cuenta de lo mucho que necesitaba ese momento con Dios y conmigo, ahora debo de recuperar la relación con Dios y respetar mis creencias.
El año pasado y el antepasado sufrí pérdidas de familiares cercanos, ahora entiendo que todas y todos nos iremos en algún momento, que la mayoría de las personas no podemos elegir. La muerte es algo tan natural como respirar y comer.
En otra parte de Chiapas me dí la oportunidad de viajar hacia mi interior y preguntarme quién soy y qué quiero para mi futuro, ese viaje me hizo regresar a mis orígenes y a la persona que quiero ser para conmigo y la naturaleza.
El reencuentro con Dios y conmigo ha renovado mis convicciones y actitudes para ser una mejor persona cada día, respetarme y respetar lo que me rodea.
Cada persona debe creer en lo que le parezca mejor para si, sin dañar a las demás personas.
Di: Chris